martes, 6 de diciembre de 2016

Puertas abiertas

Tradicionalmente las puertas de las casas de Troncedo estaban siempre abiertas, tanto en sentido figurado, pues siempre el forastero que se acercaba encontraba un rincón al lado del fuego y un trago de vino para reponerse de las caminatas de antaño; como en sentido literal. Ahora, en estos tiempos, eso de dejar la puerta abierta es más complicado, por los pocos que quedan  y, a la vez, por los muchos que se acercan con transportes considerablemente más cómodos y rápidos que los de entonces. Pero estas navidades las puertas van a recuperar de alguna manera el espíritu hospitalario de otras épocas. Esos rústicos arbolitos elaborados de forma conjunta en unos talleres que han servido una vez más de excusa para juntarnos invitan a llamar a las puertas, confiados igualmente en que uno va a ser bien acogido ...


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