sábado, 15 de agosto de 2015

Fiestas y rondas





Las fiestas de San Lorenzo han marcado tradicionalmente el ciclo vital de nuestro pueblo. Antiguamente, cuando la actividad agrícola era el eje sobre el que éste se articulaba, celebraba el momento culminante de recogida de la cosecha del cereal, principal fruto del trabajo de todo el año campesino. En la actualidad representa también un hito anual, cuando  la mayoría celebra sus vacaciones o hace un alto en las mismas o se organiza para poder acudir a la cita del reencuentro con la familia, las amistades y, en suma, con el espíritu troncedano. Es la fecha ideal para cumplir con el objetivo que da título a este blog, el de vernos en Troncedo.

De todas las actividades tradicionales, cada vez va cobrando más fuerza y más calidad la recuperación de la antigua ronda a las casas del pueblo, la que hoy hemos renombrado como Ronda d'os casaus, aunque el título se preste a cierta confusión pues, como muy bien cantó, el mantenedor del asunto, es decir, Antonio Ezquerra, el de Dora, esta ronda es de todos y para todos: solteros, casaus, en estado de merecer y, sobre todo, en estado de buen humor y ganas de pasarlo bien y colaborar. El hecho es que, subrayando la imprescindible y valiosa colaboración de los músicos profesionales y aficionados, que llevan el principal peso de la velada, el coro de voces cada año va sonando más afinado y conjuntado

Y qué decir de los cantadores y cantadoras que, impulsados por el favor del público y el espíritu del momento, se arrancan a  cantar sus coplas, más o menos improvisadas, con dedicatorias cariñosas a la vez que jocosas en muchos casos. Por mi parte, no puedo más que agradecer la comprensión y paciencia del respetable, a la vez que verter mi opinión de que esta iniciativa se está convirtiendo poco a poco en lo mejor de la fiesta.



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